Historia moderna de China

Antecedentes del fenómeno económico

Quiza lo más sorprendente del fenómeno económico chino es que haya llegado donde está de la mano de un régimen de dictadura. Lo que se consideraba imposible por definición.

La historia de China, como cronología de una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad, tiene la dinastías avanzadas en el año 2012 sus orígenes en la cuenca del Río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia y Shang . La existencia de documentos escritos desde muy antiguo han permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad contemporánea. Dada la temática de la página, sólo vamos a parar en algunos de los momentos históricos precedentes a la situación actual del país, sobre todo en cuanto a su economía.

Tras el final de la Guerra Civil China (1924-1950), el Gobierno de la nueva República Popular, bajo la dirección del Partido Comunista de China, comenzó a aplicar una serie de reformas económicas de carácter socialista, tales como la nacionalización de las empresas privadas y la colectivización de la agricultura. El modelo de desarrollo soviético aplicado por la República Popular durante el Primer Plan Quinquenal (1952 - 1957), aunque había estimulado el desarrollo industrial y el crecimiento económico, no parecía sostenible debido a la presión sobre el medio rural, que perdía población debido a la emigración a las ciudades, y a las inversiones necesarias, que sólo podían hacerse gracias a los préstamos soviéticos, que aumentaban la dependencia del régimen chino incrementando la deuda contraída con la Unión Soviética y los intereses que la República Popular tenía que pagarle. Mao Zedong decidió alejarse del modelo soviético y apostar por una movilización masiva de la población con el objetivo de elevar el desarrollo industrial de China hasta los niveles de los países más industrializados. Las medidas económicas alentadas por el presidente Mao en el marco de esta campaña, que sería conocida como el Gran Salto Adelante. Se pensaba aprovechar el enorme capital humano del país para la industrialización. El efecto más visible desde el extranjero fue la campaña de creación de pequeños altos hornos en el patio de casa para la fundición de acero que se construyeron en cada comuna. En octubre de 1958 se informaba de la creación de un millón de ésos. Incluso en las fábricas, escuelas y hospitales los trabajadores cualificados abandonaban su trabajo para destinar parte de su tiempo a producir acero. Al mismo tiempo, los campesinos eran colectivizados. El acero producido por estos hornos era en gran parte inservible debido a la mezcla de diferentes metales durante su elaboración.

"Tomamos todos los objetos de metal que teníamos en casa y nuestros vecinos hicieron lo mismo. Lo pusimos todo en un gran fuego y mezclamos todo el metal. (Zhang Rongmei, profesor de geometría en la zona rural de Shanghái)"

También se llevaron a cabo otras experiencias económicamente erróneas, como el intento de exterminación de pajaros, para evitar que se comieran el grano de los campos. Esta campaña acarreó una plaga de insectos.

El fracaso de estas medidas, unido a una serie de catástrofes naturales, produjo una hambruna que, según la mayoría de las estimaciones, provocó la muerte de entre 20 y 30 millones de personas.

Tras la muerte de Mao en 1976, aunque el Estado conservaba su función planificadora, bajo la dirección del Partido Comunista, se comenzó a fomentar la creación de empresas privadas, a la vez que se alentaba la entrada de capital extranjero, necesario para financiar el desarrollo de infraestructuras y de una base industrial que en ese momento, finales de los años 70, era aún muy pobre. La economía china se abría al exterior.

Las reformas en la política económica auspiciada desde el gobierno, para fomentar la inversión extranjera, determinó la creación de zonas económicas especiales en la zona costera, donde se concentró el desarrollo industrial proveyendo el Estado grandes inversiones en instalaciones, servicios públicos y creando centros habitacionales para trabajadores, convirtiendo a China en la mayor potencia manufacturera del mundo, sobre todo en el sector de la producción de electrodomésticos y textiles debido al bajo coste de la mano de obra. De hecho, se calcula que aproximadamente un 25% de todos los bienes manufacturados del mundo se produce en China.

Un factor determinante en el desarrollo ha sido el trato de nación más favorecida en los tratados comerciales entre China y Estados Unidos de América, los cuales permiten el ingreso de las manufacturas chinas a través de las aduanas como si estas fueran fabricadas en territorio norteamericano.

Desde 2004 la Unión Europea es el principal socio comercial de China, quien a su vez es segundo socio comercial de la organización europea.

En 2005 la economía china rebasó a las de Italia, Francia y el Reino Unido convirtiéndose en la tercera del mundo con un producto interior bruto total de 2.228.862.000.000 dólares estadounidenses.

El 16 de marzo de 2007, la Asamblea Nacional Popular de China reconoció por primera vez la propiedad privada mediante una ley, ampliamente debatida durante 13 años.